Es bastante común que cuando comemos alimentos ricos en grasas saturadas, nos pasemos de la raya, un grupo de proteínas en el cerebro parece tener la respuesta.
En un proceso totalmente inconsciente, nuestro cerebro filtra el entorno y descarta a personas inofensivas, en cambio, registra a alguien si no nos inspira confianza.
El olor corporal de otras personas que percibimos a través del sentido del olfato es un componente primordial de la mucha información que recibimos inconscientemente de otros individuos.
Es ampliamente conocido que las personas que viven en los países más ricos no son las más felices, según los científicos, esto se debe a "la trampa de la adaptación". Dicho de otra manera... ¿la escasez puede hacer al ser humano más feliz?
La Policía Nacional, en colaboración con la policía francesa, ha detenido a un matrimonio que reside en Francia desde 2014 por cobrar durante años de...