En Vrutal analizan el impacto que pueden tener los constantes retrasos para el éxito de The Division.
En el mundo de los videojuegos el tiempo es oro. Cada gran lanzamiento cuenta con un gran plan de marketing detrás en el que se estudian diversos factores a la hora de decidir el mejor momento para vender más y más títulos. En algunos casos se producen decisiones extrañas como lanzar Rise of the Tomb Raider el mismo día en el que se estrena Fallout 4 pero lo general es que entre las compañías no se pisen los pies en este sentido.
Hoy os queremos hablar de uno de esos títulos que parecen olvidados cuando repasamos listas de los juegos más esperados del año. The Division fue presentado en el E3 2013 y parece haber enterrado su cabeza porque apenas tenemos noticias sobre su desarrollo. Es probable que el polémico lanzamiento de Watch Dogs haya tenido bastante que ver. Todos recordamos las comparaciones gráficas entre lo mostrado en las grandes ferias y lo que acabó llegando a nuestras plataformas.
The Division se lanzó como un juego que contaba con unos increíbles gráficos pero su mayor virtud estaba en la conectividad entre los usuarios. Los fragmentos de gameplay presumían de dejarnos organizar nuestro propio batallón y poder utilizar dispositivos como tabletas para facilitarnos las cosas en tiempo real. Quizás hace tres años podría ser algo sorprendente, pero hoy en día estamos más que acostumbrados a este tipo de funciones. Siendo más específicos en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain podíamos escuchar las cintas del iDroid en nuestro smartphone y el reciente Fallout 4 nos deja navegar por los menús del Pip Boy.
Hasta el momento Ubisoft parece haberse olvidado del juego y últimas noticias están relacionadas con otros juegos como Far Cry: Primal o Rainbow Six Siege. La compañía tiene un difícil reto a la hora de volverse a ganar la confianza de los usuarios con The Division. Quizás la mejor forma de hacerlo sería con un espectacular tráiler o con un gameplay que nos deje con la boca abierta.
Sea como sea es uno de esos títulos que llevamos mucho tiempo esperando y que nos daría una enorme alegría en el caso de mantener sus promesas. Puede que ya sus funciones sociales ya no sorprendan tanto o que sus gráficos no sean lo que nos prometieron, pero sin duda es un juego con potencial suficiente para convertirse en uno de los más destacados de 2016. ¿Lo esperáis con ganas?
