En pocos meses de pruebas se comprimen 10 años de conducción diaria y es un trabajo que Ford quiere que haga un robot.
¿Sabéis cuántas personas hacen falta para poder poner a prueba a los coches durante el periodo de desarrollo de un nuevo modelo o para resolver fallos? Cientos de conductores en cada marca se encargan de conducir, de recorrer kilómetros para que posteriormente se analice en el laboratorio el desgaste del coche, de su chasis, ruedas, suspensiones, carrocería...
Ford lleva años trabajando en el desarrollo de una tecnología capaz de sustituir a estas personas por robots, y es que las pruebas no siempre son fáciles para estos pilotos de prueba: conducir por encima de aceras, pruebas de baches, bajo climatología extrema... De esta forma se pueden hacer muchas más horas de prueba (los robots no tendrían que descansar) en menos tiempo y así los coches serían más fiables.
Lo importante es que esta tecnología podrá ser usada por cualquier fabricante.
El kit desarrollado por Ford incluye un módulo de control que se instala en el vehículo para poder controlar la dirección. Un sistema de actuadores se encarga de los pedales de acelerador y freno y el control remoto del coche se realizaría desde una sala de control en la que se supervisaría la prueba y sus resultados. Como es lógico, el coche tendrá un sistema GPS y multitud de cámaras para poder analizar todo lo que sucede, no solo en el coche, sino en el exterior.
Pero lo más importante es que el piloto no tendrá que soportar las durísimas pruebas a las que es sometido un coche. Piensa que existen pruebas que torturan literalmente al coche y el piloto las sufre en la misma proporción. En pocos meses de pruebas se comprimen 10 años de conducción diaria: pruebas sobre terrenos con el firme en mal estado, grava, fosos de lodo, badenes de gran tamaño, adoquines, rejas metálicas...
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Este tecnología permitirá que estas pruebas sean realizadas por robots y así se ahorraría dinero al necesitar menos tiempo para terminar con estas pruebas y tampoco sería necesaria la figura del probador durante todo el test. En este punto es decisión del fabricante acortar tiempos de pruebas para poder lanzar al mercado antes su nuevo modelo o bien, en el mismo tiempo que antes, realizar más pruebas y así ofrecer un vehículo más resistente.
